La informalidad laboral es un fenómeno arraigado en la economía argentina, y su situación se está deteriorando. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el porcentaje de empleados informales aumentó de un 42% a un 43% en el último año, lo que se tradujo en 132.000 personas que trabajan sin realizar aportes al sistema jubilatorio.
En el segundo trimestre de 2023, Argentina contaba con 12,874 millones de asalariados, de los cuales 7,43 millones estaban registrados y 5,44 millones en la informalidad. Sin embargo, en el mismo período de este año, el total de asalariados se redujo a 12,85 millones. Este cambio refleja una notable disminución de trabajadores formales (147.000 menos) y un incremento en el número de informales (132.000 más).
A nivel general, la informalidad laboral es preocupante, pero hay sectores que enfrentan situaciones críticas. Según el Indec, hay rubros donde más del 50% de los trabajadores son informales.
El servicio doméstico es uno de los casos más alarmantes: de 1,58 millones de trabajadores, solo 474.000 están registrados. En el sector de la construcción, de 952.000 trabajadores, 385.000 están formalizados, mientras que 567.000 laboran en la informalidad, lo que representa el 60%.
La agricultura también muestra una preocupante cifra, con más de la mitad de los 825.000 trabajadores en negro, es decir, 481.000. Otros sectores que presentan alta informalidad incluyen los servicios sociales y de salud privados, así como diversas actividades comunitarias, donde el 51% de los asalariados carece de formalización.
AUMENTÓ LA INFORMALIDAD LABORAL Y AFECTÓ A MÁS DE 5,5 MILLONES DE TRABAJADORES
